En Pitalito, Huila, cerca de 10 mujeres habían sido abusadas sexualmente en menos de 7 meses por un hombre que se hacía pasar por mototaxista. Así fue como las autoridades lograron dar con el violador de en serie.
Un violador en serie andaba suelto por Pitalito. Ya eran siete los casos de abuso sexual los registrados desde junio del año 2016. En marzo del 2017, la Fiscalía de Infancia y Adolescencia al frente de la fiscal Sandra Milena Claros Ardila, se apersonó de la investigación, decidida a identificar y capturar al que denominaron el “Depredador de los Guaduales”.
Las víctimas mencionaban a un hombre que las había abordado para ofrecerle el servicio de mototaxi, en el trayecto las desviaba con mentiras y las conducía hacia uno de los dos parajes solitarios enmontados que él ya tenía definidos, uno por la salida a San Agustín y el otro por salida a Timaná. Allí las violaba por más de dos horas mientras las amenazaba con armas cortopunzante o de fuego y además las golpeaba.
De este agresor, los investigadores ya tenían un modus operandi, un retrato hablado, habían estudiado la rutina que utilizaba. Debían dar un paso más allá, no podían esperar a qué hubiera más víctimas.
“Se volvió un caso de interés general, todas las autoridades querían aportar a esclarecer estos hechos y dar captura al depredador sexual que estaba acechando en Pitalito”, indicó la Fiscal Claros.
Policía Judicial, Infancia y Adolescencia, Sijín y CTI se reunieron para buscar una estrategia que les permitiera cazarlo. Establecieron trabajar una figura del código de procedimiento penal como es la vigilancia y seguimiento a personas y cosas. Se les ocurrió que si ya tenían identificados dos únicos sitios donde el depredador atacaba, tendrían que meterse allí los investigadores, esconderse y esperarlo.
Un grupo consolidado de 40 personas adelantó la labor. La Fiscalía pidió a un juez de control de garantías autorizara tener personal día y noche, con sol o con lluvia, escondidos en estos dos sitios. El grupo Cobras de la Policía Nacional capacitados para esta clase de misiones en difíciles condiciones apoyó la estrategia. Camuflados entre la maleza, silenciosos, esperaron al depredador.
Se comunicaban entre ellos por el grupo de whatsapp ‘el depredador de los Guaduales’, creado solo para este plan operativo. Cada movimiento, incluso los cambios de turno, se reportaban a este grupo por celular para que todos los que participaban de la labor tuvieran conocimiento de lo que estaba pasando en tiempo real.
La caída
Habían transcurrido ocho días desde el inicio de la labor y el objetivo aún no había caído. El grupo empezaba a desanimarse en medio de la espera. Pero en el día número 10, cuando por poco deciden desertar la misión, algo sucedió.
Era un día sábado. El grupo posicionado en el sitio de la vía a Timaná, camuflado en medio de una vegetación de elevados guaduales, dio aviso por el grupo de whatsapp que al lugar acababa de llegar un hombre en una moto vieja, de características similares a las descritas por las víctimas. Indicaron que venía acompañado de una mujer joven con la que enseguida se metieron hacia los guaduales. Notaron, que la acompañante entró de manera voluntariamente al sitio. El Personal abordó a la pareja y le preguntaron qué hacían en ese sector. El visitante respondió que venían de Timaná hacia Pitalito y que su compañera tenía ganas de orinar.
Pero entonces a los investigadores les pareció que algo no tenía lógica en ese comportamiento de la pareja. “Les pareció raro que se metieran ahí cuando en la vía principal, a pocos metros de allí hay una tienda donde prestan el servicio de baño. No se justificaba que tuvieran que andar casi 200 metros por un desvío más para orinar”, indicó la Fiscal Claros.
“Al cuestionarlos de nuevo, finalmente la acompañante aseguró que el señor era su novio y habían llegado a este sitio a sostener relaciones sexuales”, narró la Fiscal.
Esto les pareció aún más sospechoso a los investigadores porque insinuaba que el sujeto conocía ya el sitio. “Incluso los investigadores que estaban escondidos escucharon cuando el hombre, apenas llegó le dijo a su acompañante, “oiga, pero esto lo han rozado”. Y efectivamente el sitio había sido rozado para poder meter al personal de investigación y evitar que se siguieran cometiendo más conductas punibles”, explicó la señora Sandra Claros.
Seguidamente, el Personal le solicitó documentos de la motocicleta al hombre, y no portaba, como tampoco del teléfono celular que llevaba consigo. Esta fue una oportunidad clave, pues así, pudieron conducir a esta persona a las instalaciones de la Sijín y se aprovechó para identificarlo e individualizarlo. Igualmente el CTI de la Fiscalía le tomó entrevista a la compañera, quien indicó incluso estar embarazada de este sujeto, que fue identificado como Hernando Perdomo Cuenca, de 38 años de edad y natural de Pitalito.
En la Unidad de la Sijín, se tomaron decisiones contundentes que dieron un giro de 180 grados a esta historia. Una de ellas, fue realizar la incautación del celular del sujeto y enviarlo al laboratorio para realizarle un análisis de contenido. Una vez se legaliza la incautación del celular, el investigador subintendente Julián Ricardo Martínez, quien conocía a las víctimas, revisa el celular. Oh sorpresa que encuentra fotografías de la primera de ellas, la menor de 17 años a la que había abusado en uno de los “nidos”.
Los investigadores se enfrentaban a varias hipótesis. Podía suceder, que Perdomo Cuenca tomara las fotos, o que el celular fuera de la víctima y él estuviera utilizando la memoria. En ese momento, encuentran un hilo que empezó a conectar a este hombre con los asaltos sexuales.
Empezaron entonces a comparar los retratos hablados, y acudieron a las víctimas para hicieran reconocimiento fotográfico del agresor. “Es impactante ver como entre 8 fotos que se colocan en la tabla de reconocimiento, ellas lo veían y en seguida entraban en llanto, en pánico, decían ese es, ese es”, recuerda el subintendente Martínez.
Ya tenían a alguien, un indiciado, que además contaba con antecedentes de denuncias y condenas por el delito de acceso carnal violento. Para la fiscal Claros, no quedaba otro camino que solicitar ante un juez de garantías la orden de captura contra Hernando Perdomo Cuenca.
La captura
El último caso registrado de abuso sexual cometido por este hombre, aportó a la investigación una prueba contundente. La víctima, una mujer de unos 35 años, manifestó que en el momento en que este individuo la agredió sexualmente, trató de evitarlo lesionándolo con una navaja en el costado izquierdo. La acción casi le cuesta la vida, ya que el depredador le propinó una dura golpiza y le produjo fractura en la mandíbula al colocarle un par de medias enrolladas en la boca para que dejara de gritar.
El 31 de marzo del 2017 las autoridades hicieron efectiva la orden de captura contra Hernando Perdomo Cuenca, en un taller ubicado en el barrio La Isla en el sur de Pitalito, donde este hombre pedía prestada las motocicletas para ejercer el mototaxismo. Lo primero que hicieron los investigadores fue proceder a ubicar evidencia. Al hacerle quitar la camisa a Perdomo Cuenca, le encontraron en el costado izquierdo la herida con elemento cortopunzante, cubierta con cinta micropore.
El rompecabezas estaba casi armado. En el recorrido de la historia, los investigadores encontraron que este sujeto era casado, o por lo menos tenía una unión libre con otra mujer desde hacía muchos años. “A esta compañera permanente se le indica que su esposo tiene una serie de delitos encima, tentativa de homicidio, acceso carnal violento y fabricación o porte ilegal de armas de fuego, y esta señora en vez de solidarizarse con las víctimas, lo defiende a capa y espada, él es el amor de su vida. Es más, ella se entera en el desarrollo de estas diligencias que él tiene una amante, aquella muchacha tranquila, altamente manipulable con la que fue sorprendido aquel día en el sitio de los guaduales; y se preocupa más por este suceso que por la realidad que le estaban mostrando de que su esposo era el violador en serie de Pitalito”, menciona la Fiscal.
“En entrevista a una hija de esta señora que vivió con ellos, manifiesta que la relación que tiene este señor con su mamá nunca la han aceptado porque es una relación enfermiza, que tenían un sexo que no era normal en una pareja, es decir dejaba entrever que era un enfermo sexual. Duraban 2 y 3 horas manteniendo relaciones, con gritos y situaciones de violencia”, mencionó una fuente oficial.
Más evidencia
Investigadores del CTI realizaron una diligencia de registro y allanamiento en la residencia donde vivía Hernando Perdomo Cuenca con su compañera permanente, ubicada en el caserío Lucitania, en la vereda Cascajal de Timaná.
Allí, le encontraron las pertenencias de las víctimas, con las que Perdomo Cuenca se quedaba, aretes, relojes, gafas de sol, lociones y que regalaba a su esposa. Los investigadores no pudieron entender si lo hacía como un trofeo o era un ladronzuelo que aprovechaba lo que le sirviera para después venderlo o regalarlo.
Además hallaron videos pornográficos, el pasamontañas y la faja para cargar peso color negra que una de las víctimas mencionó que el hombre que la abusó tenía puesto ese día.
Y algo más, “en el inmueble, se encontró la camisa que llevaba puesta este hombre el día que la última víctima le propinó una puñalada, se observaba el roto remendado en la prenda, exactamente en el lado indicado, mencionó uno de los investigadores.
“La esposa del hombre manifestó que él le había dicho que ese día que llegó con la ropa manchada de sangre, se había caído de la moto contra un cerca de púas y se había herido”.
Su rutina mató al depredador
Hernando Perdomo Cuenca fue judicializado el 1 de abril de 2017 y hoy permanece en la Cárcel judicial de Pitalito. En un mes, las autoridades cazaron al depredador y esclarecieron los hechos.
“El resultado fue la suma del olfato de los mejores investigadores, de un trabajo organizado. Se contó con la disposición de todas las autoridades, con las víctimas que volvieron a vivir ese drama”, dice la fiscal de infancia y adolescencia, Sandra Claros.
La Fiscalía logró recopilar aproximadamente 50 elementos probatorios al proceso. Desde la captura del “Depredador de los Guaduales” cesaron las violaciones en serie.
“Se logró la verdad, puedo decir que justicia y vamos hacia la reparación porque el Juzgado Primero del Circuito de Pitalito ya determinó que el sentido de fallo fue condenatorio. En marzo de 2019 se dará lectura del fallo y la pena tiene que partir obligatoriamente de 40 años de prisión, por el concurso de accesos carnales violentos, en concurso con tentativa de homicidio porque le faltó poco para causarle la muerte a una de las víctimas al golpearla, en concurso con fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, incluso hay una menor de edad entre las víctimas”, aseguró la Fiscal.
El investigador de la Sijín, Julián Ricardo Martínez, en sus 10 años que lleva de labores nunca había visto un caso similar. Cree que no fueron solo siete las mujeres atacadas por este depredador, y que ascienden a 15, de mujeres que no denunciaron.
El reservado Hernando Perdomo Cuenca, continúa admitiendo que es inocente de lo que se le acusa.
“Ese tipo de agresores son los que nunca en su mente van admitir que cometieron un delito de abuso sexual. Previo a la audiencia cuando tuve oportunidad de hablar con él, me decía que se encontraba muy afectado sicológicamente con todo ese montaje que había en su contra. Pero es que las víctimas, que no se conocían entre sí, lo reconocieron”, aclara la señora Fiscal.
POR: LANACION.COM.CO
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