Crece violencia contra las ‘trans’ en Neiva

Además de la violencia en sus familias, son atacadas y señaladas en las calles, incluso por las autoridades.

Aunque suelen caminar alegres y desparpajadas, las llamadas ‘trans’ escoden tras sus coloridos trajes y bajo sus altísimos tacones otra realidad.

Detrás de sus carcajadas y caminar descomplicado  hay historias desgarradoras en las que la depresión, la tristeza y hasta el suicidio se han convertido en una constante.

De eso dan cuenta Yoko Ruiz, de la  Red Comunitaria Trans de Bogotá y Manuel Lozano, miembro de la Fundación Severa Flor de Neiva. Reconocen que si bien hay una apertura en la mentalidad de muchos colombianos, el panorama todavía sigue siendo oscuro y hasta preocupante para esta comunidad.

Así como las ‘trans’, muchas de ellas dedicadas a la prostitución como única fuente de ingreso para sus familias, viven un infierno en las calles bogotanas, las de Neiva no se salvan.

Es que además del desprecio de sus familias, muchas ‘trans’ también deben lidiar con el maltrato que sufren en las calles por cuenta de sus ocasionales clientes, la comunidad que las señala y las autoridades que las  persigue y les pega.

Fue precisamente a partir de ahí que  nacieron ambas fundaciones, cada una en diferentes ciudades pero con el mismo objetivo. El de empoderarse de sus vidas, visibilizarse, luchar contra la discriminación, las fobias y las  faltas de respeto en su contra.

Entre delincuentes

Para el caso de Bogotá, hay que comenzar por señalar  que la fundación Red Comunitaria Trans está ubicada en uno de los sectores más complicados del centro de la ciudad.

Se trata del barrio Santafé donde se concentra un grueso de la población ‘trans’ y también de diversas manifestaciones de delincuencia.

“Estamos entre las bacrim, ex guerrilleros, paramilitares, explotadores pero nos toca a nosotras unirnos para poder conseguir lugares seguros para reunirnos y trabajar. Buscamos soluciones reales a toda esta violencia y discriminación”, asegura Ruiz.

Por eso la fundación también ha comenzado a recorrer algunas ciudades y este fin de semana varios de sus integrantes como Yoko Ruiz adelantaron talleres con algunos sectores como estudiantes universitarios y hasta la Policía.

Ante ellos manifestaron el dolor que han soportado por la persecución que a diario sufren debido a su condición sexual y los obstáculos que siguen encontrando para ser reconocidos como personas comunes y corrientes.

De hecho, ese rechazo  lo sufrieron Yoko Ruiz y sus acompañantes en la Neiva, cuando en principio en la Policía no los iban a recibir para que al menos escucharan que las ‘trans’ también tienen derechos.

“No querían el taller. Nos costó mucho persuadirlos y lograr que luego de que nos expresaran comentarios fuertes para que sacaran todo lo que sienten contra los ‘trans’. Es que no querían ver una persona ‘trans’ allí y por el contrario nos dijeron que mejor hiciéramos el taller con las ‘trans’ porque ellas eran las ladronas, viciosas y prostitutas”, narró Ruiz.

Y es que según Ruiz, los continuos malos tratos y rechazo de que son objeto las personas ‘trans’ tanto por parte de sus familias, comunidad y hasta la Policía, han orillado a varias de ellas incluso hasta el suicidio.

En Neiva

Pero si en Bogotá la situación para las ‘trans’ sigue siendo complicada, en la ciudad de Neiva no escapan a toda clase de vejámenes.

Manuel Lozano de la Organización Comunitaria Severa Flor, sostiene que las mujeres ‘trans’ en Neiva tienen para empezar, barreras de acceso al servicio de salud, y no se les reconoce su nombre femenino lo que se vuelve para ellas algo tormentoso.

Sin contar con las miradas, la manera como muchos se dirigen a ellas. Pero eso no es lo peor, según Lozano. Al no tener acceso a un proceso de armonización regulado por un endocrinólogo, es cuando las ‘trans’  deciden acudir a los médicos de garaje donde les aplican cualquier hormona que otras se han inyectado para hacer modificaciones en sus cuerpos.

Esto, entendiéndolo no como cuestión de vanidad sino como parte de la construcción femenina que es fundamental para las personas ‘trans’.

Un verdadero infierno viven las que ejercen la prostitución en el sector de la carrera Segunda de la ciudad. “Hemos tenido acercamiento con ellas y nos han mostrado videos y evidencias que dejan ver cómo son violentadas física y verbalmente, se les estigmatiza  y esto repercute en su trabajo”, explica Lozano.

De acuerdo con la Organización Severa Flor, se ha podido comprobar que si antes estas personas eran violentadas, ahora las cosas han empeorado.

Se ha encontrado que cuando algunas han intentado denunciar, no son atendidas o son amenazadas por la propia autoridad que también las ha mal tratado.

En ese sentido se conoce de hecho, algunos videos en los que ve cómo algunas de las ‘trans’ son golpeadas, robadas, e insultadas por parte de algunos de sus clientes y hasta de la Policía.

“En uno de los videos se ve donde la Policía agrede a una ‘trans’ porque no se quiere dejar requisar, su compañera comienza a grabar y el Policía le pega y le quita el celular. Afortunadamente la copia alcanzó a ser subida a la nube y por eso se pudo rescatar”, narró Yoko Ruiz.

Sin más opción

Y es que según Lozano, estas personas han sido tan estigmatizadas por su condición que al no ser contratadas en trabajos formales, no les queda otra que dedicarse a la peluquería y en el peor de los casos, prostituirse.

Sin embargo, algunas han intentado estudiar una carrera universitaria pero también han sido víctimas de discriminación porque no se les reconoce su identidad. Incluso muchas de ellas han sido expulsadas desde sus propias familias e instituciones educativas y las recibe la calle.

Finalmente algunas de ellas han terminado muertas y sus casos han sido reconocidos como feminicidios. El más reciente fue el de Kasandra en Neiva, quien fue asesinada al parecer por varios hombres.

A su caso se suman otras como el de Angela en el municipio de Garzón, y Campoalegre donde las mujeres ‘trans’ son perseguidas a menudo.

“En mi investigación me he encontrado con todas las maneras particulares como son violentadas, cómo las asesinan, las prácticas de violencia que buscan dejar huellas en sus cuerpos, buscando borrar su identidad femenina. Son asesinadas y sus cuerpos arrojados al río. Les quitan las uñas, el cabello como una forma de denigrarlas y someterlas al escarnio público. En la avenida La Toma a algunas les han arrojado huevos por parte de personas que pasan en carros”, afirma Manuel Lozano de Severa Flor.

En ese orden de ideas, desde la Organización Severa Flor, se ha hecho acercamientos con instituciones con el fin de lograr que desde allí haya al menos respeto por los derechos de las ‘trans’.

Por su parte, Johana Rivera, coordinadora del programa de Diversidades Sexuales de la Secretaría de la Mujer, Equidad e Inclusión de la Alcaldía de Neiva  sostiene que la estigmatización también ha impedido que esta población haya sido caracterizada.

“Lo que estamos haciendo en este momento es trabajar en  una política pública que precisamente le dé al Municipio las herramientas para poder caracterizarlas”, explica Rivera.

No  obstante, desde la Alcaldía se ha logrado apoyar proyectos para fortalecer unidades productivas, sobretodo en trabajadoras sexuales.

En 2018 se llegó a cubrir unas 30 mujeres ‘trans’ pero el objetivo es lograr que con una política pública cuyo proyecto será presentado en el mes de junio, se tenga más herramientas para poder atender las necesidades de esta población.

 

 

POR: LANACION.COM.CO

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