Autoridades de tránsito y transportadores rindieron veneración a quien consideran patrona de los conductores.
En varios municipios del Huila, empresas transportadoras rindieron un homenaje a la Virgen del Carmen, tal como se hace cada 16 de julio.
La celebración en muchas partes estuvo acompañada por una caravana de vehículos particulares, de carga, de servicio público y demás de quienes a diario se encomiendan a su patrona para que los cuide en el tránsito diario que hacen por las diferentes carreteras del Huila.
De esta conmemoración, también fueron partícipes las autoridades que con una eucaristía pidieron la bendición y protección no solo para sus vehículos sino también para los miembros de la Fuerza Pública que con su trabajo custodian las vías del departamento.
En Neiva y Pitalito por ejemplo, desde la terminal de transporte se inició primero con una eucaristía especial para luego las empresas transportadoras unirse al gran desfile que recorrió las principales calles del Valle de Laboyos y de la capital opita.
Como cada año, la procesión vehicular fue calificada por propio y extraños como muy importante dado que es la Virgen del Carmen, la encargada de cuidar a los conductores; por ello no fue tampoco extraño ver a feligreses desfilar también en sus motocicletas. En el caso de Pitalito, la terminal de transportes de la localidad celebró asimismo sus 20 años de funcionamiento.
La celebración se extendió a los puntos de despacho en donde desde tempranas horas se brindó bendición especial a los puntos de despacho y a quienes allí, laboran.
Patrona de la Protección
En Colombia, los transportadores la adoptaron como su patrona por la protección que se le atribuye en situaciones de peligro. En la Región Caribe por tradición se realizan procesiones de conductores por las vías y hasta de embarcaciones por el río Magdalena.
El escapulario con su imagen es uno de los símbolos más tradicionales, junto a la Medalla Milagrosa y el Santo Rosario.
Historia
Santa María en el Monte Carmelo, referida como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, recibe su nombre del monte Carmelo, una cadena montañosa situada junto al mar en Tierra Santa (Israel). Allí, el 16 de julio de 1251 se apareció la Virgen a San Simón Stock, general de la orden Carmelita en respuesta a su humilde súplica que invocaba su protección para la Orden.
En ese encuentro, la virgen le da un escapulario, como símbolo de privilegio para él y todos los carmelitas.
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