En medio de la pandemia, el mercado laboral alcanzó en el Huila su primer pico. La cuarentena forzosa, decretada por el Gobierno Nacional para contener la propagación del virus global, terminó disparando en forma alarmante los niveles de desocupación, la informalidad y el índice de precios al consumidor.
La capital huilense registró en abril pasado el pico más alto de desempleo: 25,8 %, seguida de Ibagué, con 25,1 % superiores al promedio nacional (19,6 %) y al promedio en las 13 principales ciudades (23,5%).
Los puntos que se habían ganado en empleo formal, en los últimos años se desplomaron abruptamente. La curva del desempleo difícilmente podrá aplanarse en el corto tiempo además, por el deterioro del aparato productivo y el estancamiento de la economía que se advertía desde el año pasado.
El confinamiento terminó disparando los precios de la canasta familiar y elevando, inmisericordemente, las tarifas de los servicios públicos. Los indicadores laborales, según el Banco de la República, terminaron acentuando la pérdida de puestos de trabajo. Y de paso, el aumento de la informalidad, el deterioro del empleo formal y la reducción del empleo.
Menos Trabajo
Durante el primer trimestre de 2020 se acentuó la pérdida de puestos de trabajo en la zona centro del país, acrecentado por el confinamiento obligatorio decretado por el gobierno desde el 25 de marzo. Y por supuesto, reflejó en una mayor tasa de desempleo (TD); Ibagué con el 19,4% y Florencia con el 18,1% pero fue Neiva la ciudad más afectada. Comparativamente con el mismo período del año de 2019 subió 5,8 puntos porcentuales al pasar de una TD de 12,1% a 17,9%, mientras que la media de las 23 principales ciudades del país se ubicó en 13,0%.
“El desempeño del mercado laboral se tradujo en el descenso generalizado de la tasa de ocupación en las capitales de la región, lo que indica debilidad de las actividades económicas por demanda de trabajo, según la medición de los que están laborando como proporción de la población en edad de trabajar”, reportó el Boletín Económico Regional (BER) del Banco de la República.
“También se registró una menor oferta de mano de obra en Ibagué, Neiva y Florencia, expresada en la disminución de la tasa global de participación (TGP), lo que significó contracción en la cantidad de personas trabajando o buscando empleo, en relación con el total de habitantes en edad de laborar; escenario que se manifestó en el aumento de las personas inactivas”, precisó el documento oficial.
En la capital tolimense el mayor empleo se concentró en la actividad de alojamiento y servicios de comida, seguido por comercio y reparación de vehículos; en Neiva se presentó en comercio y en las actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos; por su parte, en Florencia fue en administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, y en comercio.
Según el Dane, el trimestre móvil diciembre 2019 – febrero 2020, antes de la pandemia, Neiva registraba una informalidad del 53%.
Después, con seguridad, la informalidad como el desempleo tendrá también su alto pico.
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