En el Congreso de la República fue radicado esta semana un proyecto de ley que le introduce una nueva reforma al Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002) y que apunta a garantizar el derecho a la vida y la integridad personal sobre la base de la seguridad vial.
Según el senador Roy Barreras, autor del proyecto, esto significa regular factores de riesgo en las ciudades y carreteras que atentan contra la vida de los usuarios. El congresista definió la iniciativa como “un estatuto de seguridad vial que implica vías seguras, vehículos seguros y normas seguras, pero también, conductores responsables”.
Por eso, uno de los artículos propone la velocidad máxima en carreteras –para vehículos particulares– en 90 km/h, en ciudades en máximo 50 km/h, y en zonas escolares y residenciales en 30 km/h.
En teoría, a partir de mayo los nuevos aspirantes a una licencia de tránsito, deberían presentar unos exámenes más rigurosos.
También vuelve este proyecto sobre la necesidad de hacer más exigentes las pruebas y exámenes para la obtención de las licencias de conducción, aspecto que ya está reglamentado pero no se ha cumplido; exige más equipamiento de seguridad para carros y motos, y contempla penas privativas de la libertad pero excarcelables.
Otra de las propuestas es que Colombia adopte la reglamentación sobre vehículos de las Naciones Unidas (WP29). “La ausencia de esos protocolos hace que compremos vehículos inseguros y caros y la diferencia de precios con y sin especificaciones de seguridad se la ganan los importadores”, dijo Barreras.
Uno de los artículos que seguramente causará controversia es el que impondría el pago de peajes a los motociclistas, que según el proyecto se tasará a un valor equivalente al 30% de lo que paga un automóvil. El cobro sería únicamente para motocicletas de mediano y alto cilindraje.
El proyecto de ley hace énfasis en un ‘Sistema Seguro’, reconociendo el error humano como causante principal de siniestros viales. Por lo cual, “el sistema necesita poner capas de protección en forma de vías seguras, vehículos seguros, velocidades adaptadas, para no someter a los usuarios del sistema a un nivel de fuerza de impacto que le pueda ocasionar lesiones a la vida, a la integridad personal y a la salud”. Al mismo tiempo, contempla una profunda reforma al papel de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV.
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