Gobernador del Cesar, condenado a 5 años de prisión por corrupción electoral

Luis Alberto Monsalvo Gnecco fue condenado a 61 meses y 16 días privado de la libertad. La Corte Suprema le otorgó prisión domiciliaria.

Luis Alberto Monsalvo Gnecco, quien empezó su mandato en la Gobernación del Cesar el 1° de enero de este año, fue hallado culpable de corrupción al sufragante el pasado 16 de julio. El mandatario regional aún tiene chance de impugnar la sentencia, para que la Sala Penal de la Corte Suprema conozca su proceso, pero por ahora, deberá quedar detenido y empezar a pagar una condena de cinco años de prisión. Así lo acaba de ordenar la Sala de Primera Instancia de ese alto tribunal.

Monsalvo Gnecco, miembro de un clan familiar que ha estado relacionado con el poder del Cesar por décadas -incluso a través de vínculos con el paramilitarismo-, fue condenado por hechos relacionados con su primera campaña a la Gobernación del Cesar en 2011. Según documentó la justicia, mientras era candidato, Monalvo Gnecco firmó un pacto con líderes comunales de Valledupar: les ofreció que, si 800 familias de desplazados que estaban en un terreno conocido como Tierra Prometida votaban por él, a cambio los dejaría en ese lote a pesar de que era una invasión ilegal.

El líder político ganó esas elecciones, pero, para la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema, lo hizo pasando por encima de las leyes. Según este alto tribunal, el 16 de octubre de 2011, Monsalvo Gnecco suscribió con representantes de esa comunidad de desplazados un documento en el que se comprometió a mantener a esa población desplazada “quieta y pasivamente en el inmueble de invasión”, a acatar “de manera prioritaria” las sentencias que pedían para ellos vivienda digna y a incluirlos en los proyectos de construcción de viviendas en ese sector.

La defensa de Monsalvo Gnecco insistió en que allí no había delito, que se trataba simplemente de un “compromiso político” propio de una persona en campaña y que, por lo tanto, no había dolo (intención de cometer un delito). En la Sala de Primera Instancia, sin embargo, ese argumento no tuvo eco. “(La Sala) encuentra demostrada más allá de toda duda la adecuación de la conducta en este tipo penal”, se lee en la sentencia que se conoció hoy.

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