, pues es un sector del que dependen unos 160.000 empleos (30.000 directos del sector transporte, 1.000 del servicio conexo del comercio y 120.000 indirectos).
El plan que se presentó está basado en la venta de pasajes en línea mediante el portal web de la terminal o de cada una de las empresas transportadoras. La idea es vender todos los tiquetes por ese canal, pues la venta en las taquillas se hará de forma excepcional. Es importante aclarar que la reapertura no significa que cualquier persona pueda viajar, y que se mantiene la venta exclusiva de pasajes para quienes estén en la lista de excepciones. Incluso, tanto para la venta de pasajes en línea como para la venta en las taquillas, los viajeros deberán adjuntar la excepción que les permite realizar el viaje.
También, con la apertura de las puertas los usuarios se encontrarán con una sede renovada, en la que se reacomodaron ciertas cosas para garantizar el distanciamiento físico y disponer de los elementos para cumplir las medidas anticovid.
El plan contiene otras exigencias y recomendaciones para los usuarios como llegar a la terminal con una hora de anticipación al viaje y no viajar con mascotas. El uso de tapabocas será obligatorio. Para incentivar el constante lavado de manos, en cada uno de los ingresos de las terminales se dispusieron zonas con baterías para lavado y desinfección. También, cada puerta tendrá cámaras termográficas para medir la temperatura de las personas que ingresan a la terminal. Para garantizar el distanciamiento físico, en cada módulo pueden entrar máximo 125 usuarios a la vez.
Otra parte importante de la estrategia de reactivación es la pedagogía. En la terminal se desplegó todo tipo de señalización en el piso, así como vallas con información sobre los cuidados para evitar el contagio de Covid-19. En las salas de espera se pegaron calcomanías en las sillas para asegurar la distancia de dos metros entre viajeros.
Antes de abordar a los buses, a los pasajeros se les hará desinfección de zapatos. En cuanto al conductor, deberá presentar el certificado de desinfección del vehículo y en todo momento deberá estar con un traje completo de bioseguridad con el logo de la empresa, además de tapabocas guantes y careta.
Antes de iniciar el viaje, un operario de la empresa transportadora dará a los viajeros las recomendaciones finales de acuerdo con los protocolos que implementó y que previamente debe presentar a la terminal para su aprobación. Una de las medidas más importantes que deben garantizar las empresas es practicar a todos sus trabajadores, especialmente a conductores, las pruebas PCR y cada 15 días realizar pruebas rápidas.
El descenso de los buses demandará otro proceso: al descender del vehículo habrá un funcionario de la Secretaría de Salud que realizará un control a los viajeros, con toma de temperatura y un cuestionario sobre su estado de salud y el motivo del viaje a la capital.
En la terminal se acondicionó un área de cuarentena y aislamiento, a la que serán llevadas las personas que presenten algún síntoma de coronavirus. En este lugar quedarán a disposición de personal de la Secretaría de Salud. De igual forma, en los locales comerciales de la terminal adecuaron divisiones con acrílico para mantener la distancia entre vendedores y clientes.
El último eslabón del plan de reactivación son los taxis asignados a la terminal. Esos vehículos deben pasar cada 24 horas por un proceso de desinfección y, antes de tomar el taxi, el pasajero deberá consignar datos como el resultado de la toma de temperatura y la dirección de destino, entre otros.
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