A pocos días de dar comienzo a la versión virtual de su fiesta máxima, el folclor vallenato está de luto por el fallecimiento de ‘El Décimo’, como se le conocía por haber ocupado ese número en el listado de los reyes vallenatos de la historia, a José María ‘Chema’ Ramos Ramírez.
El acordeonero se coronó como rey vallenato en 1977 y durante muchos años se hacía referencia que fue el músico más joven en llevarse la corona, a los 28 años, hasta el año 1998, cuando el título fue para Saú.l Lallemand, que tenía 19 años.
Ramos fue padre de varios músicos, entre ellos el también rey vallenato ‘Chemita’ Ramos.
A finales del 2016, pocos meses antes del concurso del Rey de Reyes del Festival Vallenato, Chema Ramos le dio la siguiente entrevista hasta ahora inédita a diario El Timepo, en su casa de Valledupar.
En ese entonces ‘El Décimo’ seguía interpretando su música en la Casa de la Cultura de Valledupar, y enseñándoles a los niños los secretos del acordeón. Era invitado frecuente a las actividades musicales que exaltan el folclor de la Fundación Dinastías Juglares y Reyes Vallenatos.
¿Qué recuerda de su participación en el Festival de la Leyenda Vallenata de 1977, el año en el que se coronó como rey vallenato?
Me presenté, aquí en Valledupar. Gracias a mi Dios Omnipotente, que me dio tanta capacidad, tanta inteligencia… Vivo contento con mi Dios, porque siempre, lo que le he pedido, me lo concedió.
Y pues, me preparé, yo vengo de una dinastía. Mi abuelo fue músico, mi padre fue músico, se llamaba José María Ramos Rojas. Él fue el que me enseñó a tocar el acordeón. Me preparé en ese año. Ya yo venía haciendo pinitos en las demás categorías -aficionado y semiprofesional-. Me presenté en el 77 en la categoría profesional, donde hubieron unos contendores como Alberto Muegues, Miguel Ahumada, Chiche Martínez, Rafael Salas, Juancho Polo ‘Valencia’ y otro que se me escapa.
¿Cómo fue la competencia?
Usted sabe que no hay enemigo pequeño, uno tiene que estar siempre preparado y tener pendiente de lo que se está haciendo en la conciencia de que uno debe de hacerlo bien. El jurado tuvo a bien escogerme como rey vallenato en mis presentaciones. En esa época presenté un merengue del viejo Emiliano (Zuleta Baquero), La Pule; toqué El pechichón, de Luis Enrique Martínez; un son de Joaquín Moras, y una puya titulada El amigo.
Uno tenía que prepararse con 12 canciones, que no fueran tan trillados, pero en la final presenté esos cuatro. Y pues obtuve el título. En esa época tenía 28 años, estaba muy joven, lleno de salud».
¿Qué significó para usted?
Pues, me siento muy agradado con este bendito acordeón que Dios puso en mi mamo desde que nací. Con este bendito acordeón he educado a mis hijos. Tengo siete, de los cuales, la mayoría son artistas. El mayor es José María Ramos, Chemita Jr, que también es rey vallenato, el del año 2000. Tengo también a Edward José, que también es acordeonero. José Alejandro y Alí José, maestro en la guacharaca, que ha andado con los conjuntos más grandes que ha tenido el vallenato: (Jorge) Oñate, Diomedes (Díaz), Fabián Corrales, Jorgito Celedón.
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Pues, me siento contento con Dios, por haberme dado esta inteligencia y esta capacidad. Me casé con una señora, que es mi gran compañera, de toda una vida: Emilia Mercedes Navarro, con quien tengo mis siete hijos, únicamente una sola hembrita, María José, que no toca acordeón, pero sí toca guitarra. Gracias a Dios, aquí hay una dinastía: Los Ramos Navarro.
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