Por: Pulzo
“Tenemos el 96% de todos los servicios de la banca pública y privada operativos”, publicó este viernes en un primer balance la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) tras la entrada en vigencia de la tercera reconversión monetaria desde 2008 en este país de 30 millones de habitantes, durante la cual ya han sido eliminados 14 ceros.
Acompañando la medida, salió a la calle un nuevo cono monetario: una moneda de un bolívar y billetes de 5, 10, 20, 50 y 100. La máxima denominación equivaldrá a unos 24 dólares de acuerdo a las tasas del Banco Central de Venezuela (BCV).
Sin embargo, también hay fallas. La plataforma electrónica del Banco de Venezuela, con 14 millones de clientes, estaba inactiva a mediados de la tarde. “Nuestra plataforma se encuentra en adecuación. Ofrecemos disculpas por las molestias ocasionadas”, se leía en un mensaje desplegado al intentar hacer operaciones vía web.
Una estrategia desesperada ante una moneda exageradamente volátil
El mayor billete de la vieja familia, de 1 millón, apenas representa 25 centavos de dólar y ni siquiera compra un caramelo. Seguirá en circulación junto a los nuevos por unos meses.
La inflación, proyectada en 1.600% en 2021 por la firma privada Ecoanalítica, ha sido destructiva, combinada con una constante depreciación, que solo este año llega a 73,34%.
Tres de cada cuatro hogares venezolanos viven en pobreza extrema, con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades alimenticias, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, coordinada por una de las principales universidades del país, la Universidad Católica Andrés Bello.
El PIB ha caído 80 % desde 2013 por el colapso de la industria petrolera, aunque el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro culpa por la crisis a las sanciones financieras de Estados Unidos.
Los bancos estuvieron fuera de servicio por 10 horas entre jueves y viernes para adaptar sus sistemas a la nueva expresión monetaria, que busca facilitar las transacciones, con cifras más manejables, sobre todo a nivel contable.
La escasez de efectivo ha sido una consecuencia de la debilidad del bolívar, con billetes vaciados de valor. El poco cash circulante antes de la reconversión estaba básicamente restringido a pagar el transporte público.
La primera reconversión del bolívar fue puesta en marcha por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), quien le quitó tres ceros a la moneda. Maduro emprendió una nueva en 2018, con cinco ceros menos, y ahora saca de la ecuación seis ceros, tres años después.
Deja una respuesta