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La polémica ambiental provocada hace un año por la siembra de aguacate hass a gran escala en Acevedo (Huila), quedó por ahora, parece estar zanjada.
Los inversionistas privados, dueños de la Compañía Hass y Colombia Paradise SAS, iniciaron el proyecto para el cultivo de aguacate hass el segundo producto más apetecido en el mercado internacional, ampliando, sin permiso, la frontera agrícola.
La plantación comercial extensiva con fines de exportación provocó controversia con las comunidades y líderes ambientalistas porque se inició en una zona estratégica de protección ambiental, sin el lleno de los requisitos legales.
La CAM identificó en la vereda El Silencio, la tala de aproximadamente dos hectáreas, en la franja protectora de la quebrada La Marimba, principal fuente abastecedora del acueducto regional Santa Ana.
En el predio fueron erradicados árboles de especies como jiquimillo, yarumo, arrayán, cedro rosado y manzano de montaña. También arbustos nativos.
Según la entidad ambiental hubo una “descomunal y desproporcionada tala de árboles nativos y endémicos de la región” en la vereda El Silencio. Además, afectación por envenenamiento de aves, peces y demás especies acuáticas endémicas del ecosistema.
Además, contaminación de las quebradas, modificación del hábitat natural de la flora y fauna, transformación del territorio paisajístico de la región y alteración de la hidrología.
Para iniciar el proyecto las dos empresas abrieron carreteras y caminos de herradura y peatonales sin respetar las rondas de las fuentes hídricas, hubo extracción de recursos, explotación forestal y uso de las fuentes hídricas sin ningún licenciamiento ambiental, lo que representan infracciones ambientales, objeto de un proceso sancionatorio.
“ Al erradicar el rastrojo y talar los árboles que hacen parte de la reserva natural, afectan las fuentes hídricas que surten de agua a los acueductos de las veredas La Unión, Cristo Rey, La Victoria, La Marimba, Corinto, Los Ángeles y El Diviso”, reseñó el informe técnico.
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