Con nomina renovaba Selección Colombia ganó contra Honduras en amistoso

El amistoso en Estados Unidos dejó buenas sensaciones de cara a las Eliminatorias, se vieron nuevas caras que pueden ser opción en lo que resta de la eliminatoria, pero ante todo se rompió la racha de falta de gol.

 

¡Es el karma de cara a las Eliminatorias! Hay un par de detalles por ajustar, pero el 2-1 contra Honduras es un alivio en medio de tanta presión.

El equipo de Rueda tuvo chispazos de buen fútbol a pesar del poco rodaje que tenía el equipo, con mayoría de jugadores de la liga local, y supo resolver cuando se complicó su panorama, lo que ya da sentido al ensayo previo a las Eliminatorias, contra Perú y Argentina.

Colombia tenía más y mejores recursos y no esperaba para hacerlo sentir. A los dos minutos ya Quintero se conectaba con Chará y al centro de Cándelo le entró Borja en un cabezazo muy elevado. Y a los 10 minutos venía la primera celebración: proponía Quintero el pase profundo a Preciado y luego lo acompañaba para aparecer por el medio y abrir el pie izquierdo en la definición, simplemente inatajable.

Una vez más, a los 15, lo intentó de nuevo en el tiro libre el creativo pero le adivinó el portero y luego intentó asociarse con Borja, quien se apresuró en la definición… como en Eliminatorias.

El primer tiempo se fue en prometedoras asociaciones entre Chará y Quintero, entre Preciado e Hinestroza, entre Vega y Giraldo, adelantando las líneas para presionar a los hondureños, pero había un lunar… bueno, dos: Miguel Borja seguía ansioso y decidiendo mal de cara al arco y Quintero se iba a los 42 minutos, acusando molestias físicas, dejando su lugar a Yaser Asprilla.

Para el complemento apareció Colorado en lugar de Giraldo y fue hora de ver al joven del Watford de Inglaterra en acción, generando un tiro libre a los 48 minutos. Pero el pestañeo en defensa, el único de todo el juego, resultó caro para Colombia: fue Candelo al cierre, forcejeó con Rodríguez y acabó cediendo un penalti que Arriaga cambió por gol a los 52 minutos. Juego 1-1 y la ventaja ya no era tal.

Pero entonces, el mal endémico de Colombia: posesión sin profundidad, poca chispa en predios hondureños, escasos desmarques para encontrar caminos de gol y la ausencia de Quintero o algún conector se sufría. Hasta que de nuevo Chará, uno de los más inquietos el campo, abrió el cerrojo: se inventó una entrada al área, metió el centro y el que apareció fue el recién llegado Colorado para meter el puntazo y marcar el 2-1 a los 66. Dato a la libreta de Rueda: volantes que pisen el área resuelven partidos cerrados.

Se engolosinó Asprilla a los 72 y pedían penalti que no le compraban y Colombia seguía refrescando la nómina con el ingreso de Román, Angulo, Mosquera y Llinás para cerrar. Una más sobre el cierre tenía Preciado pero el arquero le negaba el tanto, Vega se animaba a los 84 en otro buen intento de afuera y a Colorado se le escapaba el doblete sobre los 87, cuando apuntaba mal en el rebote de la jugada de Angulo.

El ensayo fue favorable: Colombia rompió el hechizo del gol y marcó dos veces, hombres como Chará, Asprilla, Preciado, Vega y Gómez presentaron credenciales para una futura convocatoria, hubo algunas fallas en defensa que eran previsibles teniendo en cuenta el poco rodaje de los convocados y al final el ensayo, contra un rival rocoso de esos que abundan en Eliminatorias, dejó conclusiones importantes. Siempre es mejor cuando se gana, pero esta vez, de verdad, el resultado era secundario. Hay opciones en la Liga local y eso, a estas alturas y con la presión que existe, es toda una revelación.

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