De ese total, el 13,0% de las personas residen en cabeceras, lo que equivale a 5,04 millones de personas. Por otro lado, el 81,6% de los campesinos se encuentran ubicados en centros poblados y rural disperso lo que equivale a 9,41 millones personas. El 18,1% que no se consideran campesinos, equivalentes a 2,08 millones personas.
En el panorama de los indicadores de mercado laboral, la tasa global de participación campesina fue de 60,2% con una variación de -4,6% respecto a la población no campesina.
Por otra parte, la tasa de ocupación fue de 53,5% con una diferencia de -2,2% respecto a la no campesina. Otro factor a destacar fue la tasa de desempleo que fue de 11,1% con diferencia de 2,9 p.p menor con la población que no es campesina, que resulta ser de 14,0%.
Sobre esta tendencia, Adrián Garlati, director de la carrera de economía de la Universidad Javeriana, aseguró que: “típicamente en la zona rural las personas sí se mantienen más ocupadas, porque el trabajo de campo se realiza a lo largo de todo el año, especialmente si la persona tiene una propiedad o trabaja para una propiedad ajena, mientras que en los trabajos estacionales hay épocas en que la persona no está ocupada”.
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